Conozco la dirección de mis sueños, pero tomaré otro camino.
Caminar fuera del algoritmo: confiar en la música como guía.
MI INVESTIGACIÓN


Conozco la dirección de mis sueños, pero tomaré otro camino.
En los últimos años, la forma en que escuchamos, compartimos y creamos música ha cambiado profundamente. Las plataformas digitales y sus algoritmos de recomendación son ahora el centro del ecosistema musical. Autores como Beer (2009) y Bucher (2018) explican que estos algoritmos no solo organizan lo que vemos, sino que influyen directamente en cómo pensamos la música, cómo la producimos y cómo la valoramos.
Hoy, la música ya no compite solo con otros artistas; compite con todo tipo de contenido que busca nuestra atención. Y dentro de este sistema, lo que se vuelve relevante no siempre es lo más profundo o lo más musical, sino lo que funciona mejor dentro de la lógica de cada plataforma. Gillespie (2014) describe esta lógica como un mecanismo que decide qué es visible y qué no, afectando la percepción de valor que tenemos sobre la música.
Diversas investigaciones desde la psicología social y los estudios de comunicación señalan que este entorno digital genera una competencia constante por atención, aceptación y validación (Marwick, 2013; Boyd, 2014). Esto afecta tanto a los artistas profesionales como a quienes apenas inician: todos se encuentran dentro de una dinámica donde las métricas, los likes y la viralidad influyen en decisiones que antes dependían solo del gusto, la creatividad y el trabajo musical.
Esto plantea una pregunta crucial:
¿Cómo mantener la música en el centro cuando todo alrededor empuja hacia la producción acelerada, a los trends y al contenido efímero?
Personalmente, después de años estudiando, practicando y produciendo música, llegué a una conclusión: no quiero que mi camino en la música esté definido por lo que dictan los algoritmos. Respeto a quienes han encontrado en la creación de contenido su pasión o su forma de crecer profesionalmente. Pero mi sueño es otro: hacer música, construir una propuesta sólida y mantenerme fiel a ese propósito, incluso si eso implica avanzar por un camino menos popular.
La literatura académica sugiere que pensar fuera de los marcos del algoritmo implica cuestionar hábitos, recuperar autonomía y construir espacios creativos menos dependientes de la lógica de las plataformas (Couldry & Hepp, 2017). Y aunque la mayoría parece moverse en una misma dirección, lo que significa publicar más, optimizar contenido, adaptarse a cada red; yo he decidido tomar una ruta distinta, no por rebeldía sino porque me parece lo más coherente con lo que deseo y siento.
Este texto forma parte del planteamiento del problema que guiará una investigación más amplia. Mi intención no es quejarme ni buscar culpables. Lo que busco es comprender, de forma seria y fundamentada, cómo la lógica algorítmica está transformando el valor de la música y qué alternativas existen para recuperar su importancia en un mundo lleno de ruido digital.
Este será un estudio hecho con rigor, con apertura y con el deseo de aportar, aunque sea un poco, a la revaloración de la música y al reconocimiento del proceso creativo como algo que merece tiempo, respeto y atención.
Bibliografía citada
Beer, D. (2009). Power through the algorithm? Participatory web cultures and the technological unconscious. New Media & Society.
Boyd, D. (2014). It’s Complicated: The Social Lives of Networked Teens. Yale University Press.
Bucher, T. (2018). If... Then: Algorithmic Power and Politics. Oxford University Press.
Couldry, N., & Hepp, A. (2017). The Mediated Construction of Reality. Polity Press.
Gillespie, T. (2014). The Relevance of Algorithms. In Media Technologies: Essays on Communication, Materiality, and Society.
Marwick, A. (2013). Status Update: Celebrity, Publicity, and Branding in the Social Media Age. Yale University Press.
POSDATA
No voy a desaparecer de las redes ni pienso desconectarme del mundo. Solo quiero restarle a las plataformas la importancia excesiva que les hemos cedido y recuperar un equilibrio, por lo menos para mi. Claro que seguiré scrolleando, enterándome de lo que pasa y disfrutando del contenido que me inspira, pero no quiero ser un borrego más siguiendo una ruta que no es la mía.
Mi intención es revalorizar la música, mi música y la música en general, porque no hay nada como la música. No quiero, ni puedo permitir que se vuelva tan ordinaria y automática como se han vuelto muchos hábitos digitales. Para mi familia, mis amigos y la gente cercana: no, no voy a dejar la música, no dejaré de tocar, no abandono mis proyectos ni mis eventos. No estoy enojado con nadie, ni cansado del camino, al contrario: estoy más enfocado que nunca.
Es simplemente mi vida, mis deseos, mis impulsos y mi criterio. Si mis ideas te parecen complejas o ajenas, solo te pido respeto. Y si decides criticar, ojalá que sea para aportar; así crecemos todos, incluso si soy yo quien decidió tomar otro camino.
Caminar fuera del algoritmo: confiar en la música como guía.
Por Jesús León
